jueves, 2 de abril de 2009

Un mar de gente

No tengo destino, pero aun así, se que el 80% de las cosas que pienso sucederán al día siguiente.
Pero lo que no puedo predecir es como se desarrollaran ni cual sera su desenlace especifico. Eso es lo interesante de vivir a mi juicio, ayer en algún momento me sentí como en la mejor de las películas raras, en las que se muestra la vida de una persona poco común con experiencias que van mas allá del simple hecho de vivirlas, esas películas que te adentran y hacen que pongas el máximo de tu concentración en al vivencia del personaje.
Al son de la música me vi hiptonitzado, sentí los ritmos de Bangcok, Bangladesh, Budapest y Berlin, todos los cuerpos se hacían, uno sin gestos ni facciones, solo cuerpos moviendoce alrededor de luces coloridas incandescentes. Se sentía una energía única que permitía hacer los movimientos que jamas nadie imaginó y por un momento dejar de lado todo prejuicio y concepción de la realidad inmediata, lo que evidente mente deja al ego muy lejos del lugar.